Dos o tres en el Jardín, por lo menos siete en la Primaria y eso sin contar a los de áreas, Música, Plástica o Educación Física. Pasamos los años de infancia compartiendo el día con maestras y maestros. Con algunos nos identificamos fuerte, con otros no tanto. Todos tenemos un preferido y otro que recordamos achinando los ojos, con enojo, por algún mal momento que nos hizo pasar.

Cada 11 de septiembre homenajeamos a los maestros en honor a Domingo Faustino Sarmiento, quien falleció un 11 de septiembre de 1888. En tiempos de una gran ola inmigratoria, Sarmiento pensó en la estructuración del país apoyándose en la educación pública. Su obra es enorme para un texto breve, así que solo destacaré la Ley 1420, de educación gratuita, laica y obligatoria, que estuvo vigente hasta no hace tanto tiempo.

El rol de los maestros es fundamental para transmitir la cultura de una época. Para eso estudian, una carrera que se va extendiendo y profesionalizando cada vez más y que, una vez recibidos, siguen profundizando. Sin embargo, esa es una parte de la cuestión. El rol docente incluye enormes dosis de empatía y descentramiento. Estoy segura de que si les pregunto a qué docente recuerdan con más cariño, no va a pensar en el que sabía más. Es que el maestro al que recordamos con más cariño suele ser el que intervino en el recreo para defendernos de un grandulón, la que nos hizo un tecito cuando nos dolía la panza, la que nos alentó a hacer algo a lo que no nos animábamos y se alegró con nosotros cuando pudimos.

Maestras y maestros son importantes porque pasamos muchas horas con ellos y nos enseñan no solo Lengua, Ciencias o Matemática. Con ellos aprendemos a compartir, a convivir, a esperar el turno, a escuchar, a estar entre muchos y desconocidos. Son los primeros adultos fuera de la familia que nos apoyan, nos estimulan, nos hacen “sana sana” cuando nos caemos jugando a la mancha.

Celebremos a los maestros este 11 de septiembre y cada día. Con una sonrisa, con un voto de confianza, y, por qué no, con un regalo. Ellos merecen eso y mucho más.